Vuelven
Un Cuento de Hadas Sangriento en el México Narco
Dirigida por Issa López, Vuelven (2017) es una película que duele. Combina el realismo crudo de la violencia del narcotráfico con elementos de fantasía oscura, creando una fábula moderna sobre niños abandonados por el sistema. Estrella, una niña de 10 años, espera en vano el regreso de su madre desaparecida mientras el mundo a su alrededor se llena de fantasmas, sangre y balas perdidas. No es solo terror: es un grito desgarrador desde las calles olvidadas de México.
Los Niños Fantasmas de la Guerra contra el Narco
Cuando Estrella se une a una pandilla de niños huérfanos, la película revela su corazón. Estos pequeños “soldados”, liderados por El Shine (un niño marcado por la violencia), son víctimas y verdugos a la vez. La cinta no romantiza su situación: muestra cómo el instinto de supervivencia los convierte en cómplices del mismo infierno que los devora. Las escenas donde juegan con pistolas reales o negocian con cadáveres son más aterradoras que cualquier fantasma.
Magia Sangrienta: Los Tres Deseos Malditos
El elemento fantástico llega con un trozo de tiza mágica que concede deseos… con consecuencias escalofriantes. Cuando Estrella pide que su madre “vuelva”, el resultado es una de las secuencias más perturbadoras del cine reciente. López usa el realismo mágico no como escapismo, sino como metáfora de cómo la violencia distorsiona hasta los sueños más inocentes. Los tigres del título (animales fantasmales que siguen a los niños) simbolizan tanto el peligro como la resistencia feroz de la infancia.
Por Qué Este Film Conmovió a Del Toro y King
Guillermo del Toro la llamó “una obra maestra”, y no es casualidad. Vuelven comparte el ADN de El laberinto del fauno: niños que usan la fantasía para sobrevivir a guerras de adultos. Pero aquí la magia no salva, solo revela verdades más duras. Con un 98% en Rotten Tomatoes, la película trascendió el género no por sus jump-scares, sino por su humanidad brutal. Como dijo Stephen King: “Te clava sus garras desde el primer plano”. Un espejo doloroso de los 50,000 niños huérfanos por el narcotráfico en México.