Narcos: México Temporada 3
El Caos Post-Félix
La tercera temporada de Narcos: México nos transporta a los turbulentos años 90, donde el arresto de Félix Gallardo desata una fragmentación violenta del mundo narco. Lo que antes era un cártel unificado ahora son facciones en guerra: el surgimiento de los Arellano Félix en Tijuana, el Cártel de Juárez y los inicios de lo que sería el Cártel de Sinaloa. La serie muestra magistralmente cómo la captura del “Padrino” no trajo paz, sino una nueva era de caos.
Nuevos Reyes, Mismas Reglas
Personajes como Amado Carrillo Fuentes (“El Señor de los Cielos”) y los hermanos Arellano Félix toman el centro del escenario, mostrando estilos de liderazgo contrastantes. Mientras Amado busca modernizar el negocio con rutas aéreas internacionales, los Arellano Félix imponen su dominio a través de una violencia sin precedentes. La temporada explora cómo estos nuevos actores transforman el narcotráfico en un negocio verdaderamente global.
El Costo Humano
Esta temporada profundiza en las víctimas colaterales: periodistas amenazados, policías corruptos, y comunidades enteras atrapadas en el fuego cruzado. Episodios como el que recrea el asesinato del cardenal Posadas muestran el impacto social de esta guerra. La narrativa alterna hábilmente entre las perspectivas de narcos, autoridades, y ciudadanos comunes, creando un tapiz complejo de la realidad mexicana.
Una Guerra Sin Fin
El círculo se cierra con una reflexión amarga: cada operativo policial exitoso, cada capo capturado, solo genera más violencia. La temporada termina presagiando la llegada de figuras como “El Chapo” Guzmán, sugiriendo que este conflicto está lejos de terminar. Con su combinación de drama político, acción cruda y personajes complejos, esta temporada cierra la saga con una poderosa declaración sobre la naturaleza cíclica de la guerra contra las drogas.