Cronos
La Obra Maestra Gótica de Guillermo del Toro
En 1993, un joven Guillermo del Toro debutó con Cronos, una película que mezcla horror gótico, drama filosófico y cuento de hadas oscuro. No es solo un relato sobre vampiros, sino una meditación sobre la mortalidad, la codicia y el precio de la eterna juventud. Con una atmósfera inquietante y personajes profundamente humanos, la cinta estableció el estilo visual y narrativo que luego definiría al director.
Un Artefacto Maldito, Una Tentación Mortal
El “Cronos”, un dispositivo alquímico en forma de escarabajo dorado, promete vida eterna pero exige sangre a cambio. Cuando el bondadoso anticuario Jesús Gris lo activa, su cuerpo rejuvenece, pero su alma se corrompe. La transformación es lenta, dolorosa y grotesca, mostrando cómo la obsesión por escapar de la muerte puede convertir a un hombre en monstruo. Federico Luppi brinda una actuación conmovedora como Gris, un hombre atrapado entre el deseo de vivir y el horror de lo que se está convirtiendo.
Villanos Humanos en un Juego Macabro
Ron Perlman interpreta a Ángel de la Guardia, un matón enfermizo obsesionado con obtener el Cronos para su anciano tío millonario. Su brutalidad contrasta con la lenta degradación de Gris, creando un duelo entre dos formas de codicia: una violenta, otra silenciosa. La película explora cómo el miedo a la muerte puede llevar a la inhumanidad, ya sea a través de la fuerza bruta o de una lenta transformación vampírica.
Legado de una Ópera Prima Inolvidable
Con su mezcla única de horror, poesía visual y emociones crudas, Cronos sentó las bases del cine de Del Toro. Ganadora de múltiples premios Ariel, demostró que el terror puede ser artístico y filosófico. Más que una historia de monstruos, es un cuento sobre lo que perdemos cuando intentamos vencer al tiempo. Una joya del cine mexicano que sigue fascinando décadas después.